domingo, 9 de noviembre de 2014

Literatura del Renacimiento, el Barroco y la Ilustración

Literatura Renacentista
En la literatura renacentista española se pueden identificar dos tendencias contrapuestas: por un lado, la literatularización de la realidad, que se observa en novela de caballerías; por otro, el realismo crítico, que se plasma, en la prosa de pensamiento y en la novela picaresca.
En la literatura religiosa se registra una nueva sensibilidad espiritual, que da lugar a dos corrientes relacionadas: la ascética y la mística.
En cuanto a la prosa de ficción, la novela experimentó un notable florecimiento: se desarrollan la novela pastoril, la novela corta y la novela bizantina o de aventuras. , destacan la publicación a mediados del siglo XVI del Lazarillo de Tormes, obra con la que surge la novela picaresca, y la aparición de El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, ya en los primeros años del siglo XVII.

El Barroco
El siglo XVII y el auge de las premisas barrocas coincidieron en España con un brillante y fecundo período literario denominado el Siglo de Oro.
Características Generales
El Barroco es una época contrapuesta al Renacimiento que destaca por un siempre presente sentimiento de desconfianza, pesimismo y desengaño. 
Estas son algunos aspectos de esta época en materia social, cultural, artística y literaria:

El Barroco: aspectos sociales, políticos y económicos característicos
Aspectos Políticos: Felipe II, Felipe III, Felipe IV, Carlos II
Despreocupación y debilidad de los monarcas y dirección de la nación por ineficaces validos
Corrupción
Bancarrota del estado
Aspectos Sociales
Caída demográfica: guerras, hambre, migraciones a la periferia y América
Estructura social: nobleza privilegiada pero inoperante
(concentra la riqueza pero no la invierte en industria)
La burguesía no tiene suficiente dinero para crear industria
Empobrecimiento general y fuertes subidas de impuestos
=> contraste de la gran pobreza del pueblo con el lujo en la corte
Aspectos Económicos
Contraste pobre <=> rico
Reducción de los beneficios de las colonias
Escasez de mano de obra
Aumento de la mendicidad (pícaros, vagabundos, ladrones, ...)

Literatura Barroca
Estéticamente, el Barroco se caracterizó, en líneas generales, por la complicación de las formas y el predominio del ingenio y el arte sobre la armonía de la naturaleza, que constituía el ideal renacentista.

Literatura Barroca: ideal artístico, conceptismo y culteranismo, arte teatral

El ideal artístico del Barroco
Frente al clasicismo renacentista, el Barroco valoró la libertad absoluta para crear y distorsionar las formas, la condensación conceptual y la complejidad en la expresión. Todo ello tenía como finalidad asombrar o maravillar al lector.
Dos corrientes estilísticas ejemplifican estos caracteres: el conceptismo y el culteranismo. Ambas son, en realidad, dos facetas de estilo barroco que comparten un mismo propósito: crear complicación y artificio.

Conceptismo y Culteranismo

El conceptismo
El conceptismo incide, sobre todo, en el plano del pensamiento. Su teórico y definidor fue Gracián, quien en agudeza y arte de ingenio definió el concepto como "aquel acto del entendimiento, que exprime las correspondencias que se hallan entre los objetos". Para conseguir este fin, los autores conceptistas se valieron de recursos retóricos, tales como la paradoja, la antítesis, la paronomasia, la metáfora o la elipsis. También emplearon con frecuencia la dilogía, recurso que consiste en emplear un significante con dos posibles significados, y la polisemia.
Su representante principal fue Francisco Quevedo.

El culteranismo
El culteranismo, cuyo principal exponente fue Góngora, se preocupa, sobre todo, por la expresión y la búsqueda de la brillantez formal. Sus caracteres más sobresalientes son la latinización del lenguaje y el empleo intensivo de metáforas e imágenes.
La latinización del lenguaje se logra fundamentalmente mediante el uso intensivo del hipérbaton y el gusto por las oraciones largas y por incluir cultismos y neologismos, como por ejemplo, fulgor, candor, armonía, palestra.
La metáfora es la base de la poesía culterana. El encadenamiento de metáforas o series de imágenes tiene el objetivo de huir de la realidad cotidiana para instalarnos en el universo artificial e idealizado de la poesía.
Destaca además el empleo de un estilo oscuro y difícil presidido por una acumulación e intensificación de recursos. Son frecuentes además las alusiones mitológicas.

Un arte teatral
El barroco artístico contrasta abiertamente con el ideal de armonía, proporción y medida que propugnó el Renacimiento. Las principales características del arte barroco son:
Dinamismo. El artista barroco desea crear sensación constante de movimiento. Frente al predominio de las líneas rectas en el arte renacentista, el Barroco se vale, sobre todo, de la línea curva.
Teatralidad. El artista intenta conmocionar emotivamente al espectador y para ello recurre a procedimientos hiperrealistas. Esta intencionalidad se aprecia, por ejemplo, en la representación de Cristos yacentes y en toda la imaginería sacra.
Decorativismo y suntuosidad. El artista del Barroco atiende por igual a lo esencial y a lo accidental. De ahí su minuciosidad en la composición de pequeños detalles y su gusto por la ornamentación.
Contraste. El artista barroco se manifiesta contrario al equilibrio y a la uniformidad renacentistas. Su ideal es acoger en una misma composición visiones distintas, y hasta antagónicas, de un mismo tema. En los cuadros de asunto mitológico, por ejemplo, los dioses aparecen mezclados con personajes del pueblo.

La poesía en el Siglo de Oro

Las corrientes principales de la poesía del siglo XVII se pueden enmarcar en el culteranismo y el conceptismo que surgen de la necesidad de algunos poetas por innovar y renovar el lenguaje poético culto del Renacimiento.
La poesía en el Siglo de Oro
La poesía en el siglo XVII
Estilos y formas poéticas del siglo XVII

A) Culteranismo y conceptismo
Ambos estilos parten de un intento común de superar las formas renacentistas aunque separan sus estilos y siguen caminos estilísticos distintos. El culteranismo sigue la vía de la forma poética, y el conceptismo se encamina hacia el juego semántico y de conceptos.

Culteranismo
El culteranismo, que en un principio se definía como una voz peyorativa en contra de la poesía de Góngora y sus seguidores, pretendía hacer creaciones poéticas minoritarias y selectivas, utilizando recursos lingüísticos variados:
Vocabulario: se manifestó una renovación del léxico poético mediante la introducción de numerosos latinismos, los cuales resultaban extraños en esa época incluso para muchos lectores cultos.
Sintaxis: se produjo una auténtica revolución, pues se pretendía una aproximación de la sintaxis castellana al orden de la frase latina. Se recurría por ejemplo a hipérbatos, transposiciones, y construcciones clásicas como los ablativos absolutos o los acusativos griegos.
Figuras y recursos estilísticos: Los procedimientos lingüísticos no fueron los únicos utilizados por el culteranismo en su intento de crear un nuevo lenguaje poético, sino que recurre también a otras figuras y recursos estilísticos. Así, la metáfora, tan utilizada durante el Renacimiento, es renovada extrayéndole posibilidades inexploradas; por ejemplo, estableciendo relaciones ocultas entre los objetos comparados (la comparación de los objetos es la base de la metáfora), pero en este caso no existe una identificación inmediata entre ellos.
Motivos: el culteranismo recurre también con insistencia a motivos que ya eran utilizados con profusión durante el Renacimiento, como son los de tipo mitológico. En este periodo tales referencias clásicas se amplían, constituyendo su alusión un recurso constante.
Todos estos recursos son utilizados por el culteranismo para alejar el lenguaje poético del de uso corriente, lo que implicaba darle conscientemente a esta poesía un carácter minoritario y selecto. Góngora y otros poetas culteranos enriquecieron la expresividad poética con estos recursos literarios, aunque otros poetas con menos habilidad los utilizaron para cubrir la falta de inspiración poética o la variedad temática, convirtiéndose en una moda poco agraciada.
Góngora fue el máximo exponente de la poesía culterana, y de hecho a esa orientación poética también se le denomina habitualmente "gongorismo". La influencia de este genio fue inmensa, ya desde los primeros poemas que compuso. Incluso sus oponentes y detractores más férreos, como Quevedo y Lope de Vega, no se libraron de utilizar algunas de las técnicas Gongorinas.

Conceptismo
El conceptismo encaminó sus pasos hacia la modificación del contenido poético, o sea, la alteración del mensaje literario por diversos métodos. Partiendo del ingenio, se realizaba una progresión mental que se manifestaba en la agudeza y concluía en la expresión del concepto. Los conceptistas concebían que el juego de los conceptos constituía la creación poética y literaria en general.
La orientación conceptista conseguía sus objetivos mediante recursos como la deformación de la realidad de forma humorística, ejemplo de la caricatura o el absurdo; el uso de equívocos léxicos y dobles sentidos, ideas o frases, hipérboles, antítesis de palabras, símbolos y alegorías...; o también la utilización de figuras de construcción, como los zeugmas.

B) Poesía tradicional
Los poetas cultos del siglo XVII recurrieron de forma constante a la poesía popular, anónima, de la tradición castellana.
Así, los villancicos, letrillas y seguidillas, que constituían las formas de la lírica primitiva castellana, son retomados por los poetas del siglo XVII e incorporados a sus obras individuales. El teatro barroco asumió frecuentemente estos temas, personajes y formas poéticas, pero fuera del teatro también la obra de Góngora o Quevedo estaba compuesta por romances y letrillas, muchas veces de tipo satírico.
El carácter culto y minoritario de la poesía barroca es un hecho que parecía enfrentarse a la consideración dada al romance y su gran difusión. En todo el siglo XVII la orientación popular será importantísima. Los romances nuevos de los siglos XVI y XVII fueron primero difundidos con música, para más tarde editarse en pliegos sueltos y finalmente ser reunidos en obras conjuntas, como los 1600 del Romancero General. Otras obras del mismo tipo les seguirían, así como numerosas reediciones.

C) Poesía épica y poesía de circunstancias
En el siglo XVII se continúan los intentos de crear una épica española que se iniciara en el Renacimiento. La épica era el género que quizás consiguió mayor prestigio; escritores como Lope de Vega o Bernardo de Balbuena (1568-1627), éste último autor del poema Bernardo o la victoria de Roncesvalles, publicado en 1624, escribieron extensos poemas épicos a imitación de los grandes poemas italianos y latinos, de temas muy variados (burlescos, caballerescos, religiosos, contemporáneos...). No obstante, sería en la poesía lírica donde se conseguirían las mejores realizaciones poéticas del Siglo de Oro.
También la poesía llamada "de circunstancias", que constituía un género de menor inspiración, desarrolló una amplia actividad poética en este periodo. Numerosos poemas de este género fueron escritos para fiestas cortesanas y palaciegas, certámenes y justas poéticas, y otras variadas celebraciones, como nacimientos, laudatorias y de halago a nobles y reyes, aniversarios, etc. A pesar de que esta poesía no tenía por lo general un mínimo nivel como para considerarla dentro de la poética culta, en algunas escasas ocasiones podía alcanzar una calidad muy aceptable.
D) Clasicismo andaluz y aragonés
La continuación de las formas clásicas renacentistas se sitúa en las "escuelas" aragonesa y andaluza, especialmente de Sevilla, siiguiendo el modelo marcado por Fray Luís de León.
Estas formas se caracterizan por una mayor sencillez formal y la estoicidad en el tratamiento de los temas, que no experimentan con los conceptos y las formas tal como era el caso de la poesía gongorina y conceptista que se estaba produciendo.
Los hermanos Lupercio y Bartolomé Leonardo de Argensola, junto con Manuel de Villegas (1589-1669) son los principales representantes de la escuela aragonesa.
La polémica anticulterana también alcanzó a la escuela sevillana, que contaba con poetas de gran calidad, y que no se mantuvieron al margen de ella tanto abiertamente en contra como tímidamente a favor, pues a pesar de las fuertes críticas a Góngora también acabaron influenciados por su estilo. Es el caso de Juan de Jáuregui (1584-1641), autor de Antídoto contra la pestilente poesía de las Soledades, donde se observa el influjo gongorino.
Poetas sevillanos fueron Francisco de Medrano (1570-1607); Francisco de Rioja (1583-1659), protegido del conde duque de Olivares, erudito de gran elegancia verbal y agudo sentimiento de la naturaleza, que demostró en obras como A la rosa, Al clavel, A la arrebolera; Rodrigo Caro (1573-1647), autor de la Canción a las ruinas de Itálica, obra de gran perfección formal sobre el tema de lo efímero de la gloria humana; y Andrés Fernández de Andrada, de quién se desconocen sus datos biográficos, pero que se le atribuye la autoría de la Epístola moral a Fabio, considerado uno de los mejores poemas en la línea clásico-estoica; entre otros poetas.
El grupo sevillano, de los varios que existieron en diferentes ciudades andaluzas, es considerado el más importante. No obstante, se destacan algunas obras notables en poetas de otras poblaciones, como la de Pedro de Espinosa (1578-1650) en Antequera; Luís Carrillo de Sotomayor (1582-1610) en Córdoba; o la de los granadinos Soto de Rojas (1584-1658) y Francisco de Trillo y Figueroa (1618-1680).

Algunos autores:

Garcilaso de la Vega  (1501-1536)
Garcilaso de la Vega perteneció a una familia aristocrática y con formación literaria y cortesana. Fue procurador de las cortes de Santiago. Cuando se formo la rebelión de los comuneros, se unió a la corte, donde vivirá un clima de erasmismo y humanismo renacentista; conoció allí a Juan Boscán y a D. Pedro de Toledo. Participa en campañas guerreras emprendidas por Carlos I y en 1525 se casa con Elena de Zúñiga. En 1526 conoce a la inspiradora de gran parte de su obra: Isabel Freire, pero esta se casa con otro por lo que Garcilaso sufre un gran golpe. Por ello escribe su 1ª égloga Cántico de Salicio y Nemoroso. Acompaño al emperador a su coronación en Bolonia en 1530 poniéndose en contacto con la poesía italiana. Encarnaba el ideal del perfecto cortesano, ya que era hombre de armas y letras.
Obra
No publicó ninguna obra en vida; toda su producción poética la recoge Juan Boscán y la publica en 1542 junto con poemas suyos. En 1569 un librero salmantino publica por separado la obra de Garcilaso. En 1574 "El Brocense" publica una edición en la que añade composiciones no incluida en la de 1543 y además se corrige el texto de acuerdo con un manuscrito perdido hoy; en una serie de notas va indicando las fuentes clásicas e italianas consultadas por Garcilaso. En 1577 revisa esta edición añadiendo algunas obras mas. En 1580, en Sevilla, Fernando de Herrera publica otra edición comentada.
El hecho de que Garcilaso use fuentes clásicas, posee un gran valor, pues es una forma de mostrar su sabiduría. Como señala Elías Rivers utiliza temas, formas métricas, recursos y géneros existentes en la tradición literaria: se observan modelos petrarquistas, influencia de los cancioneros italianos (Ariosto, Sannazaro), de poetas latinos (Virgilio, Ovidio, Horacio). Toda esta herencia se funde en la voz de Garcilaso en contenido y forma.
Agrupamos la obra de Garcilaso por géneros:
  • Cancionero petrarquista: formado por 40 sonetos y 5 canciones.
  • Ensayos epistolares: 2 elegías en forma epistolar y la epístola a Juan Boscán.
  • 3 églogas pastoriles.
En el Cancionero Petrarquista la canción 5a y última pertenecen a un genero distinto : Oda a la flor de Gaido - oda de tipo horaciano - Aquí podemos destacar la exploración de los estados del alma y el gusto por la naturaleza (grandes temas desarrollados por Petrarca). Podemos destacar el soneto X y el XXV que se consideran motivados por la muerte de Isabel Freire.

Francisco de Quevedo  (1580-1645)
  • 1580. Nace, probablemente, el 17 de septiembre en Madrid Francisco de Quevedo Villegas. Es bautizado el día 26 del mismo mes en la Iglesia de San Ginés. Son sus padres Pedro Gómez de Quevedo y María de Santibáñez, ambos oriundos del valle de Toranzo en la Montaña. Los cónyuges ocupan puestos de confianza en la corte, el primero como escribano de cámara de la reina Ana y secretario particular del príncipe e infantes. Francisco es el tercero de seis hermanos.
  • 1586. Muere su padre. María de Santibañez será tutora de sus hijos hasta su muerte en el año 1600.
  • 1594. Tras haber pasado posiblemente por las aulas del Colegio Imperial de la Compañía de Jesús de Madrid, estudia en el Colegio de la Compañía en Ocaña, beneficiándose de la ayuda económica que había obtenido del monarca su abuela Felipa de Espinosa.
  • 1596. Comienza estudios de artes en la Universidad de Alcalá de Henares. Obtendrá tres años más tarde el grado de bachiller y, poco después, el de licenciado en 1600, año en el que inicia estudios de Teología en la misma universidad. Se ha supuesto que en estas fechas se inicia la amistad con Pedro Téllez Girón, más tarde duque de Osuna.
  • 1601. Prosigue sus estudios, al parecer, en la Universidad de Valladolid, ciudad a la que se había trasladado la corte.
  • 1602. Tras dos años bajo la tutela de Andrés de Ozaeta, el escritor, junto a sus hermanos menores, estará a cargo de Agustín de Villanueva, residente en la corte de Valladolid, hasta 1605. Villanueva, casado con Ana Díez de Villegas, pariente de Quevedo, tenía en la época el cargo de Secretario del Rey. Uno de sus hijos, Jerónimo (1594), llegaría a ocupar el puesto de protonotario de Aragón y a ser uno de los hombres más influyentes bajo el reinado de Felipe IV. En este período, Quevedo comienza a hacerse un nombre en el mundo de las letras. Algunos poemas suyos aparecerán recogidos en las Flores de poetas ilustres de Pedro de Espinosa. Entre 1604 y 1605 mantiene correspondencia con Justo Lipsio.
  • 1606. De regreso a la corte de Madrid, Quevedo vuelve también a su ciudad natal, donde probablemente recibe órdenes menores y se integra en la vida literaria de la corte.
  • 1609. Escribe España defendida. Comienzan sus pleitos para obtener el señorío de La Torre de Juan Abad.
  • 1610. Se le niega el permiso para publicar el Sueño del juicio final por "chabacano e imprudente".
  • 1613. Viaja a Palermo para ponerse al servicio del duque de Osuna, Virrey de Sicilia entre los años 1610 y 1616.
  • 1614. Se desplaza a Niza, Génova y Madrid, siguiendo instrucciones de su protector.
  • 1615. Viaja desde Palermo a Madrid como portador del donativo votado por el parlamento de Sicilia. Además, y en calidad de hombre de confianza de Osuna, intriga en la corte, acudiendo incluso al soborno, para asegurar el nombramiento del Duque como Virrey de Nápoles. Estos hechos serán investigados, implicando a Quevedo, en 1621, tras la caída en desgracia del Duque.
  • 1616. El duque de Osuna ocupa su nuevo cargo de Virrey de Nápoles, en donde encontraremos también a Quevedo a partir de septiembre.
  • 1617. Se desplaza en misión diplomática a Roma. Poco después viaja una vez más a Madrid para llevar el donativo del parlamento napolitano y cuidar de los intereses del Duque. Felipe III le concede el hábito de Santiago.
  • 1618. Se inicia el declive político del duque de Osuna. Quevedo regresa desde Nápoles a España de manera definitiva.
  • 1621. Muerte de Felipe III y subida al trono de Felipe IV. Proceso contra Pedro Téllez Girón, que salpica a Quevedo. Se convierte en Señor de la Torre de Juan Abad, villa manchega sobre la que había heredado ciertas rentas y cuya jurisdicción vende ahora el Consejo de Castilla. Precisamente a esta villa había sido desterrado poco antes del cambio de reinado y de que comenzase el procedimiento legal contra el Duque. También conoce la cárcel en Uclés durante un breve período. Sufrirá un nuevo destierro en sus posesiones manchegas como consecuencia del proceso judicial contra su antiguo protector. En los Grandes anales de quince días relata la confusión de las jornadas inmediatas a la muerte de Felipe III.
  • 1624. Viaja junto a la corte a Andalucía. En una de las etapas alberga a Felipe IV en su residencia de La Torre de Juan Abad. El 25 de septiembre muere en prisión el duque de Osuna.
  • 1626. Acompañando de nuevo a la corte, se desplaza a Aragón a principios de año. Unos meses más tarde, aparecen impresas sin autorización en Zaragoza dos obras suyas: Política de Dios El Buscón.
  • 1628. Nuevo destierro en sus posesiones de La Torre de Juan Abad como consecuencia de su defensa del patronato único de Santiago Apóstol.
  • 1629. Escribe anónimamente El chitón de las tarabillas , en apoyo de la política del conde-duque de Olivares, a quien elogia asimismo en otros escritos.
  • 1631. Tras alguna denuncia ante la Inquisición, y la proliferación de ediciones piratas, publica Juguetes de la niñez , obra en la que se recogen, junto a otros nuevos, textos anteriores de carácter burlesco y satírico que aparecen ahora revisados y censurados. También se publican ahora las ediciones de las obras poéticas de Fray Luis de León, con dedicatoria a Olivares (redactada en 1629), y Francisco de la Torre.
  • 1632. Antonio Juan Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, con quien pocos años antes había iniciado una amistad que marcará la última etapa de la vida del escritor, le representa en las capitulaciones matrimoniales con Esperanza Mendoza, señora de Cetina. Contraerán matrimonio en 1634, pero se separarán pocos meses más tarde. Recibe el nombramiento de Secretario del Rey.
  • 1633. La hostilidad hacia el conde-duque de Olivares es ya evidente. Redacta en julio el acerbo memorialExecración contra los judíos , que es, además de la más rotunda muestra de su antisemitismo, un ataque frontal a la política del valido. Posiblemente comienza también ahora la escritura de La Hora de todos.
  • 1634. Publica La cuna y la sepultura y la traducción de La introducción a la vida devota de Francisco de Sales.En esta época desarrolla una gran actividad literaria; de entre 1633 y 1635 datan obras como De los remedios de cualquier fortuna , el Epicteto Virtud militante Las cuatro fantasmas , la segunda parte de Política de Dios, la Visita y anatomía de la cabeza del cardenal Richelieu o la Carta a Luis XIII.
  • 1635. Se publica el libelo contra Quevedo titulado Tribunal de la justa venganza.
  • 1639. El 7 de diciembre es detenido en casa del duque de Medinaceli y conducido al convento de San Marcos de León, donde permanecerá encarcelado hasta junio de 1643, cinco meses después de la caída de Olivares. En este tiempo escribe La Rebelión de Barcelona Providencia de Dios.
  • 1644. En noviembre, con su salud muy deteriorada, se retira a La Torre de Juan Abad. Publica el Marco BrutoLa caída para levantarse. Prepara en este tiempo la edición de su poesía, que aparecerá póstumamente por González de Salas en 1648.
  • 1645. El 8 de septiembre muere en Villanueva de los Infantes, adonde se había desplazado a principios de este año.
    El Teatro Nacional del Siglo de Oro
    El Teatro del Barroco se caracteriza por su pluralidad temática. Temas de la épica medieval, de la historia universal y española, temas del vivir diario, tanto de lla actualidad política como social o religiosa.
    Principales características del teatro barroco
    Nombre
    El nombre de comedia es una designación genérica que equivale a obra o pieza teatral y que no por llamarse comedia debe ser cómica.
    Temática
    El teatro nacional del siglo de Oro se caracteriza por su pluralidad temática. Los temas son por una parte extraídos de la épica medieval, de la historia universal y española, de la tradición pastoril, caballeresca y morisca, pero también de la literatura religiosa. Frecuentemente son temas del vivir diario, tanto de la actualidad política como social o religiosa.
    Se transforman en acción teatral temas y problemas de la actualidad, algo que quedaba reservado hasta entonces a otros géneros.
    Estructura
    Hasta el siglo XVI no había ninguna normativa preestablecida en cuanto a la división en actos de la obra. Fueron los dramaturgos del siglo XVII, Lope de Vega a la cabeza, quienes decidieron la estructuración de cada obra teatral en tres actos o jornadas, lo que obedece a la estructuración interna del argumento:
    • Primer Acto : Planteamiento
    • Segundo Acto: Nudo
    • Tercer Acto: desenlace
    El primer acto solía comenzar "in medias res", es decir en medio del asunto. Con este hecho se pretendía captar la atención del oyente. Además era un elemento más que aseguraba el dinamismo de la obra.
    Lenguaje
    En el teatro del siglo de oro se empleaba el verso como forma de expresión teatral por excelencia. La polimetría, que busca la adecuación entre verso y contenido se convierte en norma.
    Cabe resaltar además que el lenguaje de la "comedia" buscaba la belleza poética de la palabra y la eficacia dramática unidas. Es decir, quería divertir gustando.
    Unidades Dramáticas
    Los dramaturgos del siglo XVII rechazan mantener la unidad del tiempo y de lugar. Se producen constantes cambios de escenario y hay numerosos saltos en el tiempo. Sin embargo, sí respetan la unidad de acción.
    Lo trágico y lo cómico
    Se suprime la frontera entre lo trágico y lo cómico, lo grave y lo cómico se hermanan con el fin de producir una gran variedad y el alivio de tensiones. Esto coincide con la preocupación por imitar la naturaleza humana. Por este motivo el tema suele ser trágico y cómico a la vez. El personaje que más contribuye a crear esta sensación es el gracioso.
    Personajes
    En el Teatro Nacional del Siglo de Oro se puede apreciar que había una tipología de personajes establecida: el gracioso, el rey, el galán, el poderoso, la dama, el caballero, la criada, el villano, el gracioso, ...
    El honor
    REY
    CLERO Y NOBLEZA
    CABALLEROS
    HIDALGOS
    LETRADOS
    CLASE MEDIA
    OBREROS Y ARTESANOS
    LABRADORES RICOS
    LABRADORES POBRES
    PÍCAROS, MENDIGOS, VAGABUNDOS
    La honra corresponde al honor vertical. Es el honor estamental o de clase, fundamentado en la opinión. El honor es el honor horizontal, basado en la igualdad humana. Todos son iguales y la virtud, la conducta y la dignidad personal no dependen de la nobleza pero sí de la limpieza de sangre.
    Teatro Nacional del Siglo de Oro
    • Pluralidad temática (temas de la épica medieval, historia universal y española, de la tradición pastoril, caballeresca y morisca, literatura religiosa, temas del vivir diario, actualidad política, social y religiosa
    • Consta de tres actos que coinciden cada uno con la estructuración interna de la acción: planteamiento, desarrollo y desenlace / el primer acto solía comenzar "in medias res"
    • Unidad de tiempo y de lugar no se mantiene; unidad de acción se respeta
    • Busca la unión entre lo trágico (=grave) y lo cómico en busca la variedad y el alivio de tensiones (gracioso: elemento para conseguir este efecto)
    • POLIMETRÍA: variedad métrica acomodada a las circunstancias y los personajes
    Lope de Vega (1562 - 1635)
    Lope Félix de Vega y Carpio nació en Madrid en el año 1562. Fue niño precoz ya que desde la tierna infancia demostró facilidad para las letras, escribiendo tanto en español como en latín poesías, traducciones y primeras comedias. Estudió en el Colegio Imperial de los Jesuitas y posteriormente estudió en la Universidad e incluso se ordenó como sacerdote, influenciado por el Obispo de Ávila.
    Vivió una vida de pasiones intensas, desde su enamoramiento a los diecisiete años, de Elena Osorio, hasta sus varios matrimonios, deslices y aventuras, y en intermedios se volcó al sacerdocio, pues profesaba a la vez una profunda fe religiosa.
    Aunque de cuna humilde, su destreza literaria lo llevó a codearse con la nobleza de la época. Tuvo amistades cortesanas influyentes y perteneció a varias congregaciones religiosas, lo que le valió ingresos y su título de Fray que se suele anteponer a su nombre.
    Falleció en Madrid en 1635 y sus restos depositados en la Iglesia de San Sebastián.
    Producción Literaria
    Lope de Vega destaca sobre todo como autor de teatro y es el verdadero creador del teatro nacional desarrollando el substrato, los intentos previos de dramaturgos anteriores.
    Su producción dramática fue enorme y podemos decir que fue el autor más fecundo de la literatura española y, quizá, universal. Publicó unas 1800 comedias además de los autos; él mismo se refiere a 1500 obras. De ellas se han conservado 426 comedias y 42 autos, número que basta para justificar el título de "monstruo de la naturaleza" que le atribuyó Cervantes.
    Esta gran cantidad de obras también determina la variedad de los temas tratados en las mismas. En Lope está todo: el mundo religioso con relatos del Antiguo y Nuevo Testamento, vidas de santos y leyendas o tradiciones devotas; los temas pastoriles y caballerescos, argumentos extraídos de novelas orientales, italianas y españolas; hechos y personajes famosos de la Edad Media europea; sucesos famosos de la antigüedad, leyendas locales. Destacan especialmente los asuntos sacados de las viejas crónicas españolas y del romancero.
    Lo que más llama la atención en su obra es que Lope supo impregnar toda esta diversidad con la palabra y el espíritu de sus contemporáneos y, sin importarle demasiado ciertos anacronismos, vistió estos asuntos con elementos tomados de la realidad nacional inmediata. Esto es lo verdaderamente español del teatro de Lope y la fórmula con que se acercó a la sensibilidad del hombre de su tiempo en temas tan diversos.
    La obra de Lope de Vega se podría clasificar según el siguiente esquema:
    • Comedias:
      • De historia y leyenda española
      • Históricas y novelescas de tema extranjero
      • Costumbristas
      • Pastoriles y mitológicas 
    • Obras de tema religioso
      • Comedias
      • Autos
    Fama de Lope de Vega
    La popularidad de Lope en vida probablemente no tenga paralelo en ningún otro escritor de cualquier país. La fama había convertido su persona en símbolo de lo bueno y maravilloso, de modo que para ponderar cualquier obra de arte o hasta el producto más vulgar se decía que era de Lope. Se cuenta que la gente se paraba en la calle y le aplaudía al verle pasar. Incluso tuvo que intervenir la Inquisición ante una irreverente parodia del Credo que decía: "Creo en Lope de Vega todo poderoso, poeta del cielo y la tierra."
    Tirso de Molina (1584-1648)
    Tirso de Molina, uno de los grandes dramaturgos del Siglo de Oro español, nace en 1584 y muere en el año 1648 en Almazán.
    Fiel a Lope de Vega en su obra dramática, sólo se diferencia de él por el análisis más profundo de la psicología de sus protagonistas, fundamentalmente tipos femeninos que se caracterizan por una variedad y matización inusitada en el teatro español de la época.
    Respecto a su vida se conocen pocos datos. Se ordenó en el convento mercedario de Guadalajara (1601) y entre 1614 y 1615 vivió en el monasterio de Estercuel. En 1616 viajó a Santo Domingo, de donde regresó dos años más tarde.
    Una Junta de Reformación le condenó a destierro de la corte por escribir comedias profanas.
    En 1626 estaba de nuevo en la corte y fue nombrado comendador del convento de Trujillo. Fue confinado en el convento de Cuenca por orden del P. Salmerón, visitador general, al parecer por las mismas causas que promovieron su destierro.
    Es nombrado cronista de su orden en 1632 y fue comendador del convento de Soria en 1645 y definidor provincial de Castilla al año siguiente.
    Es asombrosa su gran fecundidad como autor: dejó unas 300 comedias, que se imprimieron en cinco partes: Primera parte (Sevilla, 1627); Segunda parte (Madrid, 1635); Tercera parte (Tortosa, 1634); Cuarta parte(Madrid, 1635), y Quinta parte (Madrid, 1636).
    Como dramaturgo religioso, escribió varios autos sacramentales ( El colmenero divino No le arriendo la ganancia El laberinto de Creta ), comedias bíblicas ( La mujer que manda en casa , sobre la historia de Acab y Jezabel; La mejor espigadera , sobre Ruth; La vida y muerte de Herodes La venganza de Tamar ) y comedias hagiográficas (la trilogía de La Santa Juana La ninfa del cielo La dama del Olivar ). Extrajo de las historias y leyendas nacionales argumentos de numerosas comedias: la trilogía de los Pizarro ( Todo es dar en una cosa ,Amazonas en las Indias La lealtad contra la envidia ); la historia de Martín Peláez ( El cobarde más valiente ), o la de María de Molina ( La prudencia en la mujer ). Entre las comedias de carácter destacan Marta la piadosaEl vergonzoso en palacio . Al grupo de comedias de intriga pertenecen La villana de Vallecas Desde Toledo a Madrid Por el sótano y el torno Don Gil de las calzas verdes .
    Se le atribuyen, aunque no se incluyeron en las Partes de sus comedias, dos obras de contenido filosófico de gran importancia: El burlador de Sevilla y convidado de piedra El condenado por desconfiado . Su obra en prosa incluye una Historia de la orden de la Merced y dos obras misceláneas: Cigarrales de Toledo (1621) yDeleitar aprovechando (1635).
    Pedro Calderón de la Barca (1600-1681)
    Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid el 17 de enero de 1600 de familia hidalga. Se educó en el Colegio Imperial de los Jesuitas en Madrid, en el que se familiarizó con los poetas clásicos latinos. En 1614 se matricula en la Universidad de Alcalá y, el año siguiente, en Salamanca, donde estudió Cánones y Derecho hasta 1620.
    Fue soldado en la juventud y sacerdote en la vejez, lo que era bastante habitual en la España de su tiempo. En sus años jóvenes su nombre aparece envuelto en varios incidentes violentos, como una acusación de homicidio y la violación de la clausura de un convento de monjas. De su vida militar existen pocas noticias, aunque consta que tomó parte en la campaña para sofocar la rebelión de Cataluña contra la Corona (1640).
    Contrasta lo impulsivo y mundano de su juventud con lo reflexivo de su madurez. En 1642 pide su retiro como militar y entra al servicio del duque de Alba. Goza, desde entonces de un período de tranquilidad para la creación literaria. En 1651 recibe las órdenes sacerdotales y se traslada a Toledo como capellán de los Reyes Nuevos.
    Vuelve en 1663 a Madrid por orden de Felipe IV que le nombra capellán de honor. Murió en Madrid el 25 de mayo de 1681.
    Obra
    Calderón escribe sobre todo comedias y autos sacramentales. Hacia 1623 estrena sus primeras comedias y pronto, Felipe IV le convierte en dramaturgo oficial de la corte. Sin embargo, su momento de mayor esplendor empieza a partir de 1642, cuando se retira del ejército y entra al servicio del duque de Alba. En esta época goza de un período de tranquilidad para dedicarse a la creación literaria. Para las fiestas de palacio compone numerosas obras.
    En el estilo de sus comedias se pueden apreciar dos tendencias: una que sigue más de cerca el teatro realista, nacional y costumbrista de Lope y su escuela, representada por las "comedias de capa y espada"; y otra, diferenciada del estilo anterior, más personal. Esta tendencia incluye las comedias más poéticas y simbólicas, con intensificación de los valores líricos y del contenido ideológico. En esta segunda línea los personajes adquieren mayor esquematización y dimensiones de símbolos universales.
    Comedias 
    Sus principales comedias se pueden clasificar en:
    • Comedias de historia y leyenda española: El Alcalde de Zalamea
    • Comedias de honor y de celos: El médico de su honra
    • Comedias de capa y espada: La dama duende 
    • Comedias filosóficas: La vida es sueño 
    • Comedias fantásticas y mitológicas: La hija del aire
    Técnica y Personajes
    Las aportaciones de Calderón lo diferencian, aún sin renunciar a ninguna de las innovaciones de Lope, claramente frente a este último en todos los campos - contenido, técnica arquitectónica, tratamiento de los personajes: En Calderón la novela adquiere un mayor rigor constructivo y profundidad conceptual; mediante la estilización, la tendencia al simbolismo y la jerarquización de los personajes, consigue creaciones de valor universal como Pedro Crespo o Segismundo.
    En todas las obras los elementos confluyen hacia un eje central, representado por un motivo único y un personaje que destaca fuertemente sobre los demás. La obra se despoja de lo secundario y, cuando aparece una plural intriga dramática, está jerarquizada de tal modo que no rompe en nada la unidad que impone el eje central mencionado.
    La profundidad conceptual se advierte especialmente por la preferencia de determinados temas filosóficos y religiosos. En cuanto a los personajes también se advierten diferencias entre Calderón y Lope. Mientras que Lope pone el acento sobre el asunto y la trama sin que haya un héroe que prevalezca sobre los demás personajes, en Calderón ocurre lo contrario: la jerarquización de la construcción arquitectónica hace que el énfasis se ponga en un héroe predominante: el tipo universal del teatro de Calderón. En cualquier caso, el que dichos héroes se conviertan en símbolos, no obsta a que en la obra tengan vida individualizada y caracteres humanos.
    El estilo barroco de Calderón
    En Calderón confluyen muchos estilos barrocos porque crea cuando todas las tendencias barrocas han llegado a su pleno desarrollo. En él confluyen gongorismo y conceptismo y hace uso de innumerables figuras: correlaciones y paralelismos, contrastes, cuantiosas hipérboles en el lenguaje y en la conformación de los personajes, comparaciones, .
    Sus personajes también muestran su barroquismo: dotados de ilimitada violencia, rasgos desmesurados, trazos muy marcados y se contraponen entre ellos.
    Los autos sacramentales
    La importancia de Calderón en el desarrollo de este género es de tal magnitud que su nombre va asociado a este género como algo inseparable. Los autos sacramentales son representaciones dramáticas en un solo ato, de carácter alegórico y referidas a la Eucaristía, que se representaban en la festividad del Corpus.
    En los autos sacramentales, Calderón dramatiza conceptos abstractos de la teología católica convirtiéndolos en personajes, por lo que al público le resultan reales. Aparecen en escena Dios, la Discreción, la Hermosura y otros entes abstractos. Escribió unos ochenta, y los más conocidos son El gran teatro del mundo (1636) y el Auto de la vida es sueño (1670).
    Estos autos aparte de tener un gran valor literario cumplían la función de transmitir la teología al gran público. En ellos se resumen todas las verdades esenciales del dogma y pensamiento católico.
    Fama de Calderón
    Calderón fue un autor enormemente admirado por los grandes autores europeos: Goethe consideraba a Calderón el gran genio del teatro. Schlegel llegó a afirmar que Calderón había resuelto el enigma del universo en algunos de sus dramas. También algunos románticos ingleses, como Shelley, vieron en Calderón al poeta dramático y lírico más grande.
    Calderón es el dramaturgo por excelencia del barroco español. El sentido teológico y metafísico de su tiempo informa todas sus obras, donde aúna la fe y la razón, y, sin embargo, su debate entre deseos y terrores que el verbo intenta vanamente comprender remite al presente.

Figuras Literarias

Las figuras literarias,retóricas o recursos literarios  son  recursos del lenguaje literario utilizados por el poeta para dar más belleza y una mejor expresión a sus palabras; es decir, el  poeta usa estos recursos para dar mayor expresividad a sus sentimientos y emociones íntimas, a su mundo interior; aunque no hay que olvidar que también podemos encontrar dichas figuras en el lenguaje coloquial: metáforas como Estudia como un león, hipérboles como Es más pesado que una vaca en brazos, expresiones irónicas como ¡Pero qué simpático es este niño!, etc.
Otra definición dice que las figuras retóricas o recursos estilísticos de la lengua literaria consisten en una desviación del uso normal del lenguaje con el fin de conseguir un efecto estilístico: reiteración o repetición de elementos, intensificación, embellecimiento del mensaje, etc.
Son característicos de la función poética del lenguaje y propios de los textos literarios tanto en prosa como en verso, más abundantes en la poesía. Pueden aparecer también en otro tipo de textos como en el lenguaje publicitario, en ciertos textos periodísticos y en la lengua coloquial. De su estudio se ha encargado tradicionalmente la Retórica o "arte del bien decir, de embellecer la expresión de los conceptos, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia para deleitar, persuadir o conmover" (R.A.E.)
De modo general, podemos decir que la retórica tradicional llama figuras literarias a «cierta forma de hablar con la cual la oración se hace más agradable y persuasiva, sin respeto alguno por las reglas de la gramática». La figura es un adorno del estilo, un resultado de una voluntad de forma por parte del escritor.
El adorno puede afectar a las palabras con que se reviste el pensamiento, y se constituyen así las figuras de palabras  (o tropos) y las figuras de construcción (asíndeton, polisíndeton, pleonasmo, anáfora, epanalepsis, etc.); o bien al pensamiento mismo, dando lugar a las figuras de pensamiento (deprecación, apóstrofe, interrogación retórica, etc.).
Se habla también de figuras de dicción o fonológicas o metaplasmos: aliteración, onomatopeya, similicadencia, paranomasia, etc.
Menciono algunas de ellas:

Onomatopeya
Consiste en la imitación de los sonidos de la naturaleza.
Por ejemplo: El kikirikí del gallo me despertó.

Humanización o prosopopeya
Es cuando se le atribuyen cualidades o acciones propias de los seres humanos a seres inanimados.
Por ejemplo: Con mi llorar las piedras enternecen.

Hipérbole
La hipérbole como figura literaria es sinónimo de exageración.
Por ejemplo: Érase un hombre a una nariz pegado.

Antítesis
Una antítesis significa 'lo opuesto', es decir, consiste en anteponer dos ideas. En ocasiones, se suelen repetir estas ideas varias veces a fin de reforzar el contraste.

Elipsis
¿Te suenan aquellas frases a las que les falta algún elemento? Este es el cometido de la elipsis, eliminar palabras, omitir elementos que no son necesarios para la correcta comprensión de la frase. Se pueden eliminar, por ejemplo, los verbos y sustituirlos por comas.

Hipérbaton
Es alterar el orden gramatical de las oraciones. En vez de escribir sujeto y predicado, el escritor prefiere redactar primero el predicado y después el sujeto.
Ejemplo: Formidable de la tierra bostezo.

Metáfora
¿Alguna vez has identificado un objeto con otro debido a su relación de semejanza? Si la respuesta es afirmativa, entonces has hecho una metáfora. Puedes ver aquí una lista de metáforas muy completa.
Para que se entienda mejor, si se dice la frase 'el cristal del agua', estás relacionando la claridad del agua con el aspecto de un cristal.

Anáfora o reiteración
Como su propio nombre indica, estas figuras literarias consisten en la repetición de palabras en frases o al principio de un verso, como se puede ver en el siguiente ejemplo:
Soledad, y está el pájaro en el árbol
soledad y está el agua en las orillas,
soledad, y está el viento en la nube (...)

Asíndeton y polisíndeton
Ambos términos expresan significados distintos. Así mientras asíndeton se refiere a la ausencia de conjunciones y a la presencia constante de comas en su lugar; el polisíndeton es aquella figura literaria que se caracteriza por usar más conjunciones de las necesarias, para dar al relato de una mayor lentitud y solemnidad.

Paradoja
Consiste en la unión de dos ideas contrapuestas. Es mucho más que una antítesis, ya que las dos ideas contrapuestas son contradictorias por naturaleza y están en un mismo pensamiento.
Como por ejemplo: Vivo sin vivir en mi.

Alegoría
Se denomina alegoría a la correspondencia prolongada de símbolos o metáforas. Consiste en traducir un plano real, A, a un plano imaginario, B, a través de una serie ininterrumpida de metáforas.
Ejemplo:

Nuestras vidas son los ríos
Que van a dar en la mar...
Allí van los señoríos
Allí los ríos caudales
Allí los otros medianos...

Símil o comparación
Figura retórica que consiste en relacionar dos términos entre sí para expresar de una manera explícita la semejanza o analogía que presentan las realidades designadas por ellos. Esa relación se establece, generalmente, por medio de partículas o nexos comparativos: “como”, “así”, “ así como”, “tal”, “igual que”, “tan”, “semejante a”, “lo mismo que”, etc.
Ejemplos:
“Murmullo que en el alma
se eleva y va creciendo,
como volcán que sordo
anuncia que va a arder”
“Y todo en la memoria se rompía,
”tal una pompa de jabón al viento.
“... la calle abierta como un ancho sueño...
Eres como el viento tibio de los arenales.
...simple como una lámpara...”